Contar con asesoramiento previo a la firma de un contrato, te salva de problemas y gastos futuros, pues te permite estar informado de todo lo que incluye aquello que vas a firmar, como por ejemplo:
– Interpretaciones erróneas de las cláusulas y obligaciones, o ignorar normativas legales que afectan a la validez del contrato.
– Contratos con ambigüedades en funciones, plazos, condiciones, etc.
– Ignorar cargos ocultos, comisiones o condiciones financieras complejas, penalizaciones anticipadas o gastos asociados, etc.
-No definir correctamente los usos permitidos, licencias. Deficiencias en la cobertura u omisión de garantías.
-No detallar condiciones ni estipular de forma correcta, crea cláusulas que favorecen a una de las partes, generando abusos.
Son algunos de los ejemplos de los contratiempos más comunes que surgen al no buscar asesoramiento previo. Lo que acaba generando problemas que, en el mejor de los casos, puedes tardar un año en solucionar, por no hablar del costo añadido que se ocasiona.
Para cualquier cuestión al respecto no dudéis en consultarnos.